Para llevar a cabo un contrato de edición y estar 100% seguros de firmarlo y saber que nuestros derechos quedan bien protegidos, deberíamos conocer toda la información que contiene y también que cada documento es personal y cubre unas necesidades específicas.
Pese a ello, es conveniente reconocer las características del contrato de edición más comunes e identificarlas, puesto que si no cumple al menos esos requisitos, no será nunca válido el documento a nivel legal.
Cómo es un ejemplo de contrato de edición
Un contrato de edición es el documento que regula la relación que existe entre el creador de una obra intelectual (autor) y un editor, que tendrá la misión de editar la obra, imprimirla o colocarla en los distintos soportes y distribuirla.
Generalmente, el modelo de contrato de edición lo pondrá el editor, que estará representado por una editorial, institución o cualquier otro tipo de empresa y que también suele tener una mayor posición de fuerza en la negociación con el autor.
En cualquier formato de contrato de edición, quedarán pactadas cuestiones tales como:
- La remuneración del autor y los porcentajes de beneficios que recibirá.
- El tiempo de cesión de los derechos, es decir, los años que podrá ser explotada la obra por parte del autor y si se trata de una cesión exclusiva.
- Los plazos de entrega de la obra por parte del autor y de puesta en circulación por parte del editor.
- La forma en que se va a distribuir la obra y el número de ejemplares que van a editarse y lo que podrá quedarse el autor y la crítica, además de los que se van a necesitar durante su promoción.
- El ámbito territorial y lingüístico que puede abarcar la obra y que puede llegar a explotarse por parte del editor.